miércoles, 29 de enero de 2014

Capitán América: El Proyecto Marvels


Guión: Ed Brubaker
Dibujo Steve Epting

Esta vez la reseña tratará sobre un cómic del Capitán América, personaje clave dentro del universo Marvel, y, además es parte de la etapa en la que participaron en su cabecera Brubaker y Epting, que es una parte que se puede considerar imprescindible y que tengo muchas ganas de hacerme con ella, he de decir.

Como breves notas que luego desarrollaré diré que el guión es bueno, ya que te mantiene enganchado a la historia y cumple con sus pretensiones de contar una historia. En su apartado gráfico nada que objetar al trabajo realizado por Epting, que además de estar depurado, rico en detalles y muy bien entintado sigue una línea parecida a la de Marvels en el sentido de que usa un tono más oscuro que estén situados en la época contemporánea con un tono más brillante, aunque también usa un tono más usual en ciertas partes del mismo.

El cómic a reseñar contiene los ocho números que conforman la miniserie de The Marvels Project y como suele ser usual incorpora las portadas originales en la página anterior de cada capítulo detalle que se agradece frente a la otra opción que es editarlo con todos los capítulos seguidos y disponer las portadas por orden al final del cómic.

Portada del cómic recopilatorio de los 8 números



El Proyecto Marvels se creó con una idea parecida al cómic que reseñé en la anterior ocasión Marvels: La Era de los Prodigios guionizador y dibujado por Busiek y Ross, respectivamente , y tiene carácter integrador de la llamada prehistoria de Marvel, que ya se intentó rellenar con la colección de los setenta de Roy Thomas llamada Los Invasores, que narraba las aventuras de los primeros superhumanos Namor, Capitán América y la Antorcha Humana como los principales personajes y héroes acompañados de muchos compañeros como Bucky y Toro para el Capitán y la Antorcha, además de otros héroes como Nick Furia y los comandos aulladores o el soldado John Steele. Siguiendo con esta colección de hace décadas La era de los prodigios y El proyecto Marvel surgieron como continuación de esa regeneración de la historia del universo Marvel en sus inicios, llenando los huecos y falta de información que tuvieran y dándole cohesión y forma final. Al igual que Marvels este cómic tiene la característica de desarrollarse como una película, incluyendo una introducción con varios frentes argumentales abiertos, un desarrollo que mantiene atento, sin faltar las escenas de acción y concluyendo con un desenlace que cierra todos las líneas argumentales creadas y deja con un buen sabor de boca, eso sí, con algo que podríamos denominar como un final abierto.

El tomo es contado siempre desde la perspectiva de uno de los superhéroes que surgen en esa época convulsa de la historia, el período de entre guerras y la inclusión de América en la Guerra Mundial de forma oficial. Este héroe se trata del doctor Thomas Halloway, que recibe de uno de sus pacientes un misterioso regalo: dos pistolas y un antifaz; entonces recuerda que el anciano que trató y que murió hace unos días era el héroes Dos Pistolas Kid, cuyas novelas leyó de pequeño.

Primer número de la serie que muestra a la Antorcha, Namor y el Ángel

Paralelamente a este suceso podemos contemplar tres más: la creación en un laboratorio de la primera Antorcha Humana por el profesor Horton, aquí se cuenta que se creó con fondos estatales proporcionados por el Gobierno de Estados Unidos, pero al ser presentado a la sociedad, tal y como vimos en Marvels, la gente huye asustada de tal demostración y pese a todas las quejas de su creador la criatura se ve recluida y “apagada” a una cárcel de cemento, donde sin que lo sepa nadie Horton en un arranque humanitario a través de unos cascos se encargará de transmitirle información sobre el mundo que le rodea; aquí hay que mencionar el talento que tuvo Epting al hacer las llamas de la Antorcha, tanto en su presentación al mundo como a lo largo de la colección cuando aparecen tanto él como su joven compañero Toro que comparte ese tremendo superpoder. A esto hay que añadir otro comienzo de trama que dará mucho de que hablar, y sobre todo que esperar al ver la escena donde nos presentan a Namor con una ola gigante detrás haciendo zozobrar a un barco alemán que el Gobierno americano averiguó que estaba haciendo explosiones submarinas  en una zona que no tiene ningún interés en principio, pero que acabamos sabiendo que lo hacen para conseguir cuerpos de atlantes para sus macabros experimentos genéticos en Alemania; en este momento es cuando aparece el príncipe de ese pueblo submarino, lleno de rabia y que tras matar a esos alemanes y contemplar los cadáveres de sus compatriotas muertos jura venganza contra la raza de la humanidad de la que sentía curiosidad pero ahora sólo odio. El último arco argumental que abre Brubaker se sitúa en Alemania, donde vemos al profesor Erskine charlando con otro científico nazi sobre sus experimentos y mientras echan un vistazo a un antiguo prodigio que ha estado en hibernación desde la anterior Gran Guerra, el soldado americano John Steele.

De esta manera podemos considerar que el cómic va a intentar llenar los posibles vacíos que hayan podido dejar los anteriores cómics que hablaron sobre la Segunda Guerra mundial en Marvel, esta vez contado desde el punto de vista de otro héroe creado en esta época pero sin perder de vista los orígenes de los que serán los tres héroes principales del grupo superheroico de los Invasores, la Antorcha Humana, Namor, e indirectamente el Capitán América que fue creado con el suero del súper soldado desarrollado por el profesor Erskine cuando huyó a América huyendo de los nazis. En el cómic también vemos los orígenes de otro de los personajes principales del universo Marvel en el futuro, Nick Furia.

Portada mostrando la liberación de la Antorcha y apreciamos el trabajo de Epting

De esta manera este cómic contempla como es la sociedad americana del Siglo XX antes de que América se introdujera en la Guerra, describe a la población como gente que vive sus felices vidas mientras que, cuando van al cine ven los horrores de una guerra que ya ha estallado en Europa mientras creen que no les va a alcanzar y de hecho, los más jóvenes arden de ganas de ir a Europa y patear el trasero a Hitler. En este mundo que no sabe nada de prodigios la sociedad americana tendrá que aprender a acostumbrarse a su presencia, al principio con un miedo irracional hacia ellos, con la explosión de la Antorcha Humana de su prisión subterránea, lo que provoca la histeria de la ciudad de Nueva York con los consiguientes disturbios, en los que intervendrá el doctor Halloway encontrando su verdadera vocación de protector de la ciudad tras acabar los disturbios y dirigirse a su despacho y asumir su identidad superheroica como el Ángel, un apodo con historia de su pasado por medio. Más gente como él decide tomar la capa y el antifaz para defenderla de las amenazas pero este es un negocio peligroso y un día encuentra el cadáver de un compañero, la Bala fantasma, en los muelles; tarea que decide investigar el Ángel como deber personal.
Creación de otro súper soldado, el Destructor.

Mientras tanto ya se prepara la que será la vocación de otro futuro héroe, la olvidada Antorcha que después de su huida de la ciudad se refugió y vio mundo, aunque un día se topó con un intento de asesinato con la mafia relacionada, lo interrumpió y cuando acababa de detener a los malhechores el policía se presentó como tal, lo que le dio la idea de resarcir a la ciudad por su pasada actuación, proporcionándoles protección como el agente de policía Jim Hammond. Siguiendo las otras líneas argumentales vemos cómo Nick Furia y su amigo logran traer al científico renegado Erskine, que ya está en América y les ayuda proporcionándoles información sobre los laboratorios alemanes, dando paso a la última pieza de la comunidad superheroica con la liberación del soldado John Steele tras la destrucción del laboratorio, que despierta otra vez tras un largo sueño para despertarse inmerso en otra guerra con los mismos villanos y las mismas víctimas. Mientras Erskine ya ha acabado su fórmula del súper soldado y ya cuentan con un sujeto idóneo para la prueba del suero, un hombrecillo enclenque americano llamado Steve Rogers, con un patriotismo como pocos hombres, que no puede ver esas imágenes de la guerra sin sentir ganas de querer acabar con ese conflicto, y cuando finalmente puede no le dejan alistarse por su escaso cuerpo enfermizo; esas ganas de servir a la paz y al deber es lo que le hacen ser el sujeto de pruebas perfecto. La prueba se lleva a cabo con éxito pero sucede una catástrofe que tiñe de oscuro la brillantez del éxito y de lo que puede significar, lo que acaba con Steve Rogers como el único súper soldado y no como el primero de una unidad de ellos. Por eso mismo y sin faltar a su patriotismo y sentido del deber innatos grabados en su espíritu tras una infancia y adolescencia muy dura narradas en el cómic, entenderá que es la única esperanza que tiene América de sobrevivir a la Guerra, por lo que se entrenará muy a fondo para alcanzar la perfección física que pudo hacer posible la fórmula del difunto Erskine.

Nacimiento del Capitán América

En el siguiente número ya vemos la acción que promete dar Namor a los habitantes de la ciudad americana de Nueva York con una ola gigante, acto con el que declara la guerra a la gente de la superficie, hecho que ya vimos en el cómic Marvels, pero en él no explicaba por qué lo hacía ni cómo llegó la Antorcha a la escena en el muelle, de esta forma estos dos cómics se solapan y dan coherencia a la historia. El final del conflicto es perfecto con la primera aparición de la nueva arma americana que soltar en Europa para dar fin a las aspiraciones expansionistas de Hitler, el Capitán América, lanzando su escudo a Namor y dejándolo inconsciente, encarcelado y sin querer hablar con ningún humano. Desde unos números atrás hemos visto cómo los alemanes han realizado sus actividades bélicas no sólo en Europa sino que también se han infiltrado en Estados Unidos con fines oscuros y algunos de los héroes recién surgidos entre sus ciudadanos han caído víctimas por ser testigos de su llegada, como se verá al leer el cómic; aunque también esta parte argumental nos sirve para introducir al Capitán América en solitario y en su primera misión de caza de espías alemanes en la que se encontrará con el que en ocasiones hace de narrador, el Ángel. Tras seguir la pista al jefe de la comisión enviada por Alemania tanto el Ángel por un lado como el Capitán América y su nuevo compañero Bucky llegan a una reunión mucho más especial de lo que esperaban, donde se reúnen los alemanes junto con unos extraños seres humanoides pero de piel azul.

Bucky y el Capitán América en una de las portadas.

Si esto fuera una película esta es la antesala de la batalla final porque tras la interceptación de estos espías nazis acuáticos, Namor accede a luchar y dividimos a los héroes en dos grupos: el principal parte a Washington D.C. y otro va a Pearl Harbor. El final es muy bueno, comenzando con el vuelo de las dos Antorchas a través del océano como fulgores en la noche y que no son capaces de asimilar lo que era una guerra hasta que ven a una cantidad ingente de la aviación japonesa aproximarse a los buques, mientras que la batalla del frente americano tampoco tiene desperdicio. Al final de ambas batallas en las que Washington acaba con victoria y Pearl Harbor con una derrota inevitable se ve cómo finalmente Estados Unidos entra a la Guerra y que el propio Capitán América quiso mantener en secreto su victoria en Washington para conmemorar a los otros héroes que murieron en Hawai. Del resto de arcos argumentales simplemente menciona que Nick Furia finalmente entró en el ejército y lideró a su unidad llamada los Comandos Aulladores, que el soldado John Steele desapareció tras el desembarco de Normandía, y que además de los Invasores que marcharon a Europa el resto de héroes como es el narrador se quedaron en casa para velar por la seguridad de su ciudad.
Portada mostrando a todos los héroes juntos

En líneas generales es un buen cómic, muy entretenido que no aburre ni se hace pesado de leer en ningún momento, con un dibujo muy depurado y que deja detalles para recordar.

JHONNY The Kid

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