lunes, 3 de febrero de 2014

Marvels: La era de los prodigios


Guión: Kurt Busiek
Dibujo: Alex Ross

A modo de introducción en muchos sentidos imprescindibles tanto por su guión, que desde el punto de vista de una persona normal y corriente toma punto de apoyo para narrar una gran parte de los eventos en Marvel más importantes y que ya comentaremos más adelante como por su apartado técnico, toda una obra maestra de Alex Ross, más ilustrador que dibujante, como ha demostrado en numerosas ocasiones, además de con este cómic, con otros como Justicia, o los especiales de los principales héroes del universo DC, así como algunos proyectos diferentes como Kingdom Come también de DC o el independiente Uncle Sam. Así podemos considerar igualmente a este cómic como una gran oportunidad de disfrutar de las aventuras de superhéroes de una forma diferente contando con un gran dibujo.

Para esta reseña lo que haré será dividirla en dos partes: por un lado hablaré del argumento de Busiek y por el otro nos referiremos al apartado artístico, haciendo una breve parada para comentar el gran trabajo que desarrolló Alex Ross en el cómic.

Los Invasores en acción participando en la guerra de Europa



Apartado del argumento

Narrada de un modo brillante por el guionista Kurt Busiek que despliega su talento para mostrarnos al pueblo americano reflejado en uno sólo de sus individuos, el fotógrafo Phil Sheldon, que vive la evolución del país desde su juventud como fotógrafo free-lance junto a un J .J. Jameson aún sin bigote pero con el mismo mal genio de siempre hasta su vejez tras toda una vida rodeado de esos a los que él gusta llamar prodigios. Toda una caracterización del país Estados Unidos, ya que en su juventud se considera fuerte, jovial, creyendo que va a comerse el mundo, como el emergente país que le vio nacer y cuyos ciudadanos estaban deseando entrar en la guerra que se estaba librando en Europa para dar una lección a cierto alemán con aires expansionistas.

Pero no sólo es capaz de narrar la evolución de este personaje, que ya iremos viendo a lo largo de la reseña sino que también hace un prólogo genial con los pensamientos de la Primera Antorcha Humana y su creación, cómo entiende él la existencia, cómo ve su encierro y posterior educación a través de cables donde su creador le infunde el conocimiento a través de conceptos que él no ha visto o sentido pero que conoce, lo que le causa un gran desconsuelo. Al final de este libro primero de los que se divide la obra podemos ver su liberación debido a una falla del cemento y cómo escapa sin que se le vuelva a ver en un tiempo.

Primera exhibición de la Antorcha Humana

En el segundo libro toma al que será el protagonista principal durante el resto del cómic, el fotógrafo Phil Sheldon, que vivirá esta nueva experiencia de la aparición de los prodigios desde la feria de ciencia en la que el mundo ve por primera vez a un prodigio y su reacción no puede ser más conservadora, por el miedo profundo y real que muestran, que consigue apagar la llama de esta nueva ciencia y que acaba con este prodigio encerrado en cemento sólo por la intermediación de su creador. Así la vida en América sigue tranquila y feliz y en este caso Phil vive una vida apacible con una novia a la que quiere y con la que tiene planes de una feliz boda y un trabajo que lo mantiene tanto activo como económicamente con su sueño en mente de poder trabajar como corresponsal en Europa.

Pero en este ambiente de vana felicidad aparece un nuevo enemigo, Namor el Hombre Submarino, un hombre que viene del mar y que declara la guerra a la humanidad por los continuos vertidos que dañan a su pueblo del mar. Es en ese momento cuando vemos cómo la sociedad se tambalea ante la presencia de los que consideran como sus superiores y por qué no, como seres cercanos a los dioses en el sentido de ser capaces de decidir sobre su destino con un gesto de su mano, algo que el pueblo no es capaz de aceptar y cómo bien piensa Sheldon el pueblo americano y por extensión la Humanidad ha pasado a ser meros espectadores del teatro que es el mundo, han perdido el poder de intervenir en el desarrollo de la humanidad, al ver la lucha entre este nuevo superhombre y la regresada Antorcha Humana, que tras destrozar la ciudad acaban haciendo un acuerdo de paz y acaban aliándose para ayudar a los Aliados contra los nazis, causando el alborozo de la población americana al ver esas imágenes en los cines, olvidando la reciente destrucción. Además de este hecho lo que acaba por calmar a la población americana es su propio superhombre sacado directamente del laboratorio, el Capitán América, aunque nuestro protagonista se pregunta si sólo se alegran tanto porque creen que está de su lado, aunque la reacción del pueblo americano no puede ser más favorecedora ya sea desde los más pequeños queriendo jugar a ser el Capi hasta los adultos viendo emocionados las hazañas del Capitán en Alemania parando al Invasor de Europa y dentro de la nación descubriendo espías y conspiraciones.

Primeras apariciones públicas del Capitán América

Pero algo cambia en nuestro protagonista, ve truncada su vida de existencia perfecta, idílica y sin fallos: su editor le ofrece la posibilidad de ser corresponsal en el extranjero el lo rechaza por tener la convicción de que el futuro del mundo y los recién creados prodigios, que él cree que han venido para quedarse, no como una ola temporal. También comete la decisión de romper el compromiso con su novia al creer que en el mundo que el toca vivir no se ve capaz de proteger a su familia, y si un hombre no es capaz de proteger a su familia no se merece tener una. En medio de este cambio en su vida, ciertamente profundo y que rompe su estabilidad se produce paralelamente otra ruptura de la estabilidad de la sociedad cuando Namor sufre un cambio de actitud y declara la guerra a la nación americana, con una serie de combates entre él y la Antorcha en la ciudad de Nueva York incluidos. En este punto Phil sube a una azotea a sacar La foto, para vivir la acción desde dentro y en el transcurso sufre un accidente cuando en la lucha superhumana un ladrillo le deja ciego de un ojo. Cuando despierta vuelve a cambiar de actitud en su continua evolución: vuelve a reconciliarse con su mujer y esta vez sí que está dispuesto a aceptar el compromiso del matrimonio, así como el puesto de corresponsal de guerra en Europa, lugar al que viaja tras casarse de forma oficial. Allí ve en acción a los prodigios, piensa que será un cambio de carácter permanente y empieza a asumirlo, mientras escribe cartas a su mujer.

La Antorcha Humana huyendo de su encarcelamiento.

En un tiempo posterior vemos a un Phil adulto y maduro que sigue trabajando de fotógrafo y, como él, la sociedad también ha avanzado en su aceptación de los prodigios sobre todo a partir de la última revelación: el regreso del héroe de guerra el Capitán América, que se une al recién formado grupo los Vengadores, creados para la defensa de la Tierra de invasiones terrestres y alienígenas de amenazas que las fuerzas normales no pueden hacer frente. Aquí observamos el cambio de mentalidad de la nueva sociedad en la que los prodigios son admirados en vez de temidos ya que se erigen como héroes, protectores de una humanidad que ya ha aceptado su papel de rebaño que proteger o de observadores de un espectáculo en el que no pueden ya participar. Con esto en mente Phil decide sacar adelante un libro que hable de los prodigios que se apoye en las fotos tomadas por él durante décadas.

Pero todas las fotos tienen sus negativos y en este caso el negativo o la otra cara de la faceta superheroica son los temidos mutantes desde esa odiosa Patrulla X hasta la Hermandad de Mutantes, eso seres superiores a nosotros y que se hacen llamar Homo Superior con sabidos deseos de sustituirnos como especie predominante del planeta. Este pensamiento llega hasta el interior de Sheldon y de, como él, de gran parte de la población americana; un buen reflejo del problema racial de esta época en la vida real con la población afroamericana de Estados Unidos, en el mundo de los cómics simbolizada en los mutantes y el líder del grupo de esta nueva generación de seres que intenta llegar a una convivencia pacífica entre ambas especies el profesor Charles Xavier, el profesor X, llamado así por el famoso activista Malcom X. así el pueblo americano vive un desaforado terror frente a estos seres y no duda en volverse contra ellos aunque den muestras de su buena fe salvando muchas situaciones dramáticas como pagar grandes incendios. Pero la vida sigue y en este caso aparece otro famoso grupo de superhéroes que se considera la primera familia de Marvel, los Cuatro Fantásticos, primero introduciéndolos en el reportaje de Phil sobre una escultora ciega, una tal Alicia Masters a la que algunos nos suena y en la que podemos ver ya a este cuarteto que, unas páginas más adelante anuncia uno de los eventos que más conmocionará a esta gran ciudad: el compromiso de Susan y Reed, la que se prevé la boda del Siglo.

La boda de Sue y Reed Richards.


La boda de los Richards es todo un espectáculo y así se encarga Ross en el apartado gráfico que ya abordaremos más tarde, pero como vimos anteriormente siempre hay una cara que no queremos ver o nos es non grata. En este caso se producen unos disturbios y esta vez como símbolo de su evolución; y tras haber visto que sus hijas habían rescatado a una pequeña mutante que era toda inocencia y cuyos ojos le recordaron los de los prisioneros recién liberados tras la Segunda Guerra Mundial, él cambió de parecer respecto de ellos y pensaba en lo irracional que era esa muestra de violencia y temor, aunque después corra a proteger a su familia y a la pequeña mutante.

Tras esto pasan unos años más y el libro es un éxito de ventas, pero ocurre una crisis en la que parece que se acerca el Apocalipsis con distintas señales como ver el cielo cubierto de llamas o piedras, así como la llegada de un extraño visitante plateado y su posterior superior al mando Galactus el devorador de mundos, al que enfrentan los Cuatro Fantásticos y logran vencerlo, como es bastante sabido por los fans de cómics Marvel. Dicho esto querría apreciar la similitud conseguida por el guionista en respetar el argumento original de la llamada Trilogía de Galactus en los números 48, 49 y 50 de la colección del cuarteto fantástico con guión de Stan Lee y dibujo de Jack Kirby, como se plasma en los intentos del Vigilante, algo que no menciona en el cómic de Ross y Busiek, de ocultar la Tierra y sus condiciones de poder alimentar a Galactus de la atención de su heraldo plateado y que este atrajera al devorador de planetas así como la escena en la que Reed Richards enseña el arma que podría acabar con Galactus, el Nulificador supremo, que una vez más consiguieron en la serie original con la ayuda del Vigilante y la pericia voladora de la Antorcha para llegar hasta el invento, así como la lucha del resto del cuarteto con un androide creado por Galactus para que se encargase de ellos mientras él creaba la máquina de absorción.

Hasta aquí la rememoración y las comparaciones, ahora volvemos al presente, en el que la población entra en shock, por creer que es el fin del mundo de verdad, el Apocalipsis, que es inevitable y que ni los superhéroes podrán salvarles, al ver los intentos indefinidos del cuarteto, es en este momento cuando el personaje vuelve a tener otro momento de evolución y reflexión: en momentos pasados el se habría quedado en frente de la acción dejando a su mujer y familia por conseguir ese momento, esa foto que plasmara la situación, pero esta vez, piensa, si de verdad ha llegado el fin del mundo quería vivirlo junto a su familia, sin importar si se acababa solucionando y alguien más sacaba esa instantánea.
Llegada de Silver Surfer a la Tierra

Como todos sabemos se solucionó, pero no tuvo las consecuencias que todos habríamos imaginado. En este punto vemos como el protagonista se aleja de ser el reflejo de la sociedad americana con la que convive para superarla y verla como un tercero más objetivo y crítico: el mundo se ha salvado y amanece un nuevo día en la feliz vida de Phil Sheldon que siempre sospechó que los héroes lo acabarían arreglando, pero lo que no se imaginó fue la reacción del resto del planeta; como si fueran críos inmaduros que no aceptan emociones a veces vergonzantes como el miedo y su aceptación decidieron frustrar su miedo hacia aquellos que les habían salvado acusándolos de fraude y de ser todo un montaje, algo que desestabiliza al fotógrafo y que al final del penúltimo libro en los que se divide no puede evitar explotar contra uno de esos que critica a los prodigios y decirle que si la humanidad está deseando que fallen para que el mundo se acabe de verdad, por no ser capaces de entonar unos sinceros agradecimientos.
Llegada de Galactus a la Tierra

Unos meses más adelante Phil, ya en su vejez, ve cómo su libro se vende con gran facilidad y tiene planes para un segundo, cuando, en un arranque de querer sacar a esa sociedad de borregos en la que vive de su error de no confiar y desacreditar continuamente a sus héroes, busca como objetivo que servirá para su nuevo libro el exculpar a Spiderman de la muerte del Capitán Stacy, para lo que realizará una auténtica labor periodística de búsqueda de testigos y con su férrea voluntad no se rinde de buscar algún testigo que lo exculpe hasta que consigue que le reciba una joven llamada Gwen Stacy, que resulta una agradable joven que no se opone a conversar y de la que logra sacar cierto material con el que logrará demostrar la inocencia del arácnido. Mención aparte la del despliegue visual de Ross con el desfile de máquinas acuáticas invasoras de Namor creadas por un incidente diplomático. Pero mientras va a su casa sucede la tragedia que todos conocemos y es el rapto de la misma joven por el Duende Verde. Aunque esta vez vemos la escena desde los ojos del periodista no deja de ser espectacular, gracias en parte a la labor artística, con la caída de Gwen provocada por Norman Osborn y la infructuosa recogida del héroe que al cogerla por un solo punto de apoyo hace que la caída le provoque una rotura de cuello y la muerte a la joven.
Invasión moderna de Namor  visto por Phil y Gwen Stacy

Desolado por perder la fe que le quedaba y cada vez con un carácter más agriado se da cuenta que ya no puede encargarse de ningún proyecto relacionado con los prodigios, ya sea una película o un libro, porque ha perdido toda la objetividad que podía tener en un futuro, está dentro de ese mundo y, como tal, tendrá que encargar esa tarea a su ayudante. Pues como él el pueblo americano está completamente alienado por la llegada de los prodigios, no pudiendo entender su existencia sin la de ellos.

Apartado gráfico

Ahora abordaremos el apartado gráfico, que también merece alguna que otra página que comentar.
Horton, creador de la Antorcha Humana


De esta tarea se encarga Alex Ross, al que podemos definir de forma más correcta como ilustrador que como dibujante y cuyo estilo característico es el hiperrealismo en sus trabajos, tanto es así, que parece estar frente a una fotografía, como consigue en todo el cómic Marvels, pero que además deja auténticas estampas que dan ganas de tener como pósters, algo así como ciertas imágenes del dibujante Jim Lee y su idea de cómo sería la Bat cueva, idea que da lugar a una maravilla artística desplegable de tres folios. Pero en el caso de Alex Ross ya se encarga de mostrar su calidad desde la forma de dibujar las llamas de la Antorcha, con la impresión de imaginarte su llama bailando al viento, ya sea en su escape de la prisión subterránea o en sus luchas con Namor, otro personaje bien dibujado con sus orejas puntiagudas y sus alas en sus pies como rasgos distintivos; aunque el broche de esta parte del cómic se lo llevan dos imágenes, la primera es el tsunami creado por Namor para arrasa la ciudad que demuestra su facilidad para crear la impresión de la realidad del agua en movimiento y la segunda no menos impactante reunión de todos los héroes que formaron el grupo de los Invasores en la Guerra Mundial con el Capitán América a la cabeza con su joven compañero Bucky y con héroes también conocidos como Namor, la Antorcha y su compañero Toro.
Tsunami creado por Namor cuando ataca Nueva York


Del siguiente libro podemos recopilar también varios momentos, desde el principio además con una espectacular imagen del hombre hormiga en su tamaño gigante vista desde un ciudadano de a pie y al lado y más pequeños a Thor y a Iron Man peleando para salvar la ciudad. La siguiente imagen que sobresale es la de la Patrulla X, a la que da un toque en la oscuridad que los hace ver siniestros, tal y como los ve la población neoyorquina, sobre todo a Cíclope y su visor láser amenazando con liberar una descarga. De aquí podemos pasar de una imagen hogareña en la casa de Phil hasta una velada de la alta sociedad en la exhibición de la escultora Alicia Masters donde podemos ver por primera vez a los Cuatro Fantásticos como una pareja de celebridades posando para las cámaras, a un Anthony Stark ligón y playboy ligando con la escultora seguido de un Jhonny que le va bastante a la zaga y de una Cosa aislada del resto y que rebosa soledad y amargura. Como colofón a este segundo libro se puede destacar la escena de la boda de Susan y Reed con toda la comunidad superheroica desde los vengadores Thor, Mercurio, la Bruja escarlata, y otros como el Doctor Extraño. Como contrapunto a esta imagen podemos ver unas páginas más adelante a los centinelas acechando en las alturas durante la oscuridad de la noche. 

La Visión peleando como un Vengador


Tras la boda llegan unas imágenes impactantes como son el cielo en llamas dibujado por Ross que destaca por lo real que parece el fuego y dan ganas de imaginarlo, así como el posterior fenómeno no menos extraño que es ver el cielo cubierto por piedras que se suspenden en el aire. Todo esto culmina con la llegada del gran Galactus, fantásticamente dibujado y que tanto en su aparición en su esférica nave como en la lucha que mantiene con los Cuatro Fantásticos nos deja imágenes tan recordables como es su salida de la nave y el momento en que se endereza descansando sobre el suelo de la ciudad neoyorquina, momento en el que podemos ver su inmenso tamaño llegando a compararse con un rascacielos. Estas páginas nos dejan para recordar la lucha entre la Antorcha Humana y Silver Surfer en su primera visita a la Tierra, la llegada de Galactus en su nave, la aparición del enviado por Galactus a ejercer como portero malhumorado y echar a los indeseados, y entre muchas de ellas, la imagen de la rebelión del Heraldo frente a su Señor y la represalia de este echando rayos de luz por sus ojos y dando la oportunidad a los héroes terrestres para que se reagrupen.

Los Vengadores actuando en conjunto.


En el último libro tenemos que decir que los protagonistas artísticos son más terrenales ya que el argumento en este punto gira en torno a la búsqueda de la verdad de Phil Sheldon sobre el asesinato del Capitán Stacy, con visita incluida a la cárcel por su parte y la cara de pocos amigos que presenta el Doctor Octopus muy bien reflejada, así como su voluntad de no querer ayudar ni un poco al que es su enemigo acérrimo y que le ha parado los pies en todas las ocasiones posibles. Pero eso es a mediados del capítulo, antes podemos encontrarnos en una imagen que ocupa toda la parte superior de las dos primeras páginas a unas Vengadores bastante nutridos de miembros donde no faltan la Bruja Escarlata o Thor y que nos sirven para verlos como los ve Ross, al haber visto varios trajes de estos personajes a lo largo de su evolución; el ejemplo que me viene a la mente es la Bruja Escarlata que pasa entre otros de su traje original de los cómics ahora considerados mas retro hasta algunos tan variopintos como uno más afín a sus raíces gitanas en la reedición de los Vengadores llevada a cabo por George Pérez y que tiene como primer enemigo a la siempre peligrosa Morgana Le fay.

Uno de los testigos que encuentra le sirve para intentar demostrar su objetivo que es la inocencia de Spiderman y se trata de la hija del capitán, Gwen Stacy, que le encandilará por su vitalidad y que además de compartir tiempo con ella para conseguir material para su segundo libro están juntos en el momento en que Namor invade otra vez la ciudad aunque esta vez con sus máquinas de guerra acuáticas, creando una imagen bastante impresionante como es ver a Gwen poco menos que bailando y disfrutando del espectáculo que causa ver ese desfile de artilugios sacados de la era industrial y algunos con formas animales, rodeados de una llovizna continua para no parar su funcionamiento. Las últimas imágenes memorables en lo que a acción se refiere se encuentran en el enfrentamiento entre Spiderman y el Duende Verde en el puente de Brooklyn con una Gwen que ha sido raptada delante de los ojos de Phil y que sigue el rastro del Duende hasta el puente, donde es espectador privilegiado de la batalla que libran, momento que aprovecha Ross para hacer una doble página con el puente visto desde arriba y con el Duende, en su siniestro planeador que sólo esconde diabólicas sorpresas, y Spiderman luchando, tras lo cual llega el momento trágico cuando el Duende decide tirar a Gwen y huir dejando a Spiderman intentando salvarla, algo que no consigue por romperse el cuello al agarrarle él, dejando otra escena para recordar, la del muy reciente cadáver de Gwen Stacy con un cable colgando del puente de Brooklyn y la posterior imagen de Spiderman agarrando su cadáver.
Lucha de Spiderman y el Duende Verde

Hasta aquí la reseña que ha sido un poco más larga que de costumbre; una vez más recomendaros este cómic por varios motivos: empezando por uno más materialista, ha sido editado en una económica versión de sólo diez euros dentro de la línea editorial de Marvel Héroes, a lo que hay que añadir razones más “espirituales” como es encontrarse frente a un cómic introductorio de la historia general de lo que ha pasado en Marvel con eventos que han sido importantes dentro de la continuidad temporal de la editorial, y como acercamiento al mundo de los cómics con un dibujo que encandila desde el primer momento que se ve y que hará las delicias de muchos futuros fans de los cómics, pero, como con todo, el primer paso es darle una oportunidad a lo desconocido.

JHONNY The Kid

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