sábado, 2 de septiembre de 2017

Arceus: dios de dioses



 
Fanart de RenePolumorfous (https://www.deviantart.com/art/The-Alpha-524642784)

Al principio, solo había confusión y caos.
En el corazón de este caos, donde todo era una cosa, apareció un huevo.
Tras salir del vórtice, el huevo dio lugar al Ser Original.
El Ser Original creó dos seres a partir de sí mismo.
El tiempo empezó a avanzar.
El espacio comenzó a expandirse.
Y de nuevo, el Ser Original creó tres seres vivos de sí mismo.
Los dos seres desearon que surgiera la materia, y de ellos surgió.
Los tres seres vivos desearon que surgiera el espíritu, y de ellos surgió.
Una vez creado el mundo, el Ser Original se sumergió en el sueño eterno...

Al principio de todo, no existía nada o, al menos, casi nada. En el centro de aquella no existencia había un huevo que, al eclosionar, dio como nacimiento a Arceus, el dios creador por antonomasia.  Así, ya insuflado con la llama de la vida, dio comienzo al mundo que se conoce: para cumplir con ese cometido, se engendraron Mew, Shaymin así como Dialga y Palkia -los señores del tiempo y del espacio-.

Imagen sacada de http://tdl-amberms.blogspot.com.es/

Con Mew, un pokemon en cuyo interior guarda la secuencia de todo lo creado, provocó el nacimiento de los seres vivos, y por ello Arceus lo escogió como velador de todo el universo; son los dos únicos  que vieron los comienzos de la creación desde el principio. Así se puede entender que Mew es el “hijo” de Arceus, su creación más perfecta, pues posee la habilidad de transformarse y aprehender cualquier movimiento que desee, al igual que Arceus, y contener las secuencias de todos los pokemon a excepción de su "padre". Es una forma de resolver la controversia que existe, al considerar a Mew antes como el antecesor de todos los pokemon por guardar información genética de todos pero que, si se mira con lógica, es muy probable que Arceus también lo creara como su sustituto cuando éste se fuera a descansar en un profundo sueño. Dialga y Palkia reencarnan el concepto del tiempo y del espacio respectivamente; los latidos de Dialga sn el tiempo que avanza, con la capacidad de viajar en el tiempo. Con la respiración de Palkia, tanto el espacio como las dimensiones se estabilizaron.

Después de este trío, Arceus se encarga del firmamento y los astros: aparece Jirachi, que llena el cielo de estrellas luminosas y tiene la capacidad de conceder deseos a seres que considere dignos. Por otro lado aparece la pareja equilibrada entre sí, Darkrai y Cresselia, con los cuales nació la oscuridad y la luz; según el mito el primero no es más ni menos que la sombra de Arceus. El primero se encargaba de crear pesadillas a todo lo vivo, buenas o malas, en la luna llena, mientras que Cresselia proporciona dulces sueños. Debido a su naturaleza tan contraria, cada vez que se encuentran están abocados a enfrentarse.

La tierra estaba creada, pero no estaba preparada para la vida. Para ello, se encargó de ese cometido a los legendarios que tendrían el poder de generar los elementos necesarios para los seres terrestres: Kyogre sería el guardián de todas las aguas –tanto dulces como saladas -, a Groudon para las masas de tierra firme, y Rayquaza para los cambios de clima, vientos y cielo en general. Pero cada uno de ellos deseaba tener más terreno para sí, y se enzarzaron en una batalla campal que casi destruye todo lo creado; solo con la intervención de Rayquaza, que los calmó con un agudo sonido emitido de su boca, pudo calmarlos y sumirlos en un profundo sueño. 

Fanart de Arkeis-pokemon (https://www.deviantart.com/art/Sun-vs-Rain-262340554)

Regigigas sería el que, después de que Groudon creara los continentes, los acomodara en la forma en la que hoy en día se conocen gracias a su descomunal fuerza. A su vez, aparecieron tres Regis menores, que encarnaban los elementos del hielo, el acero y la roca, que se encargarían de velar la tierra y todo lo creado en ella. Cuando Regigigas terminó su trabajo, se sumió también en un profundo letargo, y solo la unión de los tres Regis menores, en caso de cualquier peligro, lo despertaría. También por esta época, y relacionado con el control de la corteza terrestre, se creó a Heatran, el guardián de los volcanes, pues estando dormidos tanto Groudon como Regigigas, no había nadie que pudiera controlar la tremenda fuerza ígnea. 

El dominio de los mares quedó bajo la atenta mirada de Manaphy, ya que Kyogre se había sumido en un largo sueño. Pero la extensión de los mares era tan inmensa, que Manaphy no podía llevar a cabo esa tarea, y le fue concedido el poder reproducirse en Phione para poder estar en todos los rincones de los mares.
Una vez que la corteza terrestre se estabilizó, solo quedaba poblarla de vida. Para ello, Arceus creó a Shaymin, que tenía la capacidad de volver la tierra fértil y llena de vegetación; y a Celebi, que podía viajar en el tiempo, con lo que estableció las estaciones, y convirtiéndose en el guardián de toda la naturaleza que Shaymin creó. 

En relación con los humanos, Arceus creó a Latios y Latias, como sus protectores y con el objetivo de buscar a aquellas personas que poseyeran un corazón puro; por otro lado, dio vida al trío de Mesprit, Azelf y Uxie, que otorgaron a los hombres los dones de la sabiduría, la emoción y la voluntad. 

Ho-oh fue creado para representar el sol, que diera luz y calor a toda la creación, y Lugia como representante de la luna. Ambas aves legendarias tenían un gran poder y sentían una enorme enemistad mutuamente, atacándose siempre que podían.
Finalmente, Arceus creó al trío de las aves legendarias, los controladores de tres elementos: Zapdos el rayo, Articuno el hielo y Moltres el fuego. Pero estas aves se tenían una gran envidia entre sí, y no paraban de competir y deseas destruirse entre ellas, provocando un cataclismo climático a nivel mundial. Harto de la situación, Lugia decidió parar con la lucha: con su hermoso canto calmó a las aves, cada una de las cuales se recluyó en sus islas correspondientes del archipiélago Naranja, y entregó a los humanos una ocarina con la cual podían invocarlo de nuevo si las aves se descontrolaban una vez más. 

Una vez hecho todo lo descrito, legendarios para preservar la creación, los pokemon que la habitarían y todos los ecosistemas posibles, Arceus decidió trasladarse a su propia dimensión, guardando reposo y solo apareciendo cuando la tierra estuviera en peligro. En una ocasión, a causa de un meteorito de grandes dimensiones que amenazaba la tierra, Arceus despertó para protegerla, pero en su acción por salvar todo lo creado pierde sus tablas; ayudado por un humano, Damos, pudo recuperarlas todas y descansar de nuevo en su dimensión.

Una de sus creaciones, que otorgó a las personas –más concretamente a Damos -, fue lo que pasó a denominarse la joya de la vida, una gran perla creada a partir de cinco de las dieciséis tablas existentes:

  •  Agua para los ríos
  • Planta para poblar los campos de bosques y vida
  • Tierra para aumentar la fertilidad del suelo
  • Eléctrica para combinar los tres mencionados anteriormente
  • Dragón para aumentar el poder de las cuatro mencionadas.
De esta forma, aquel lugar en el que no existía la vida se volvió fértil, y Damos decidió dedicar un templo en honor al legendario que le ayudó, que con el tiempo se convirtió en el hogar de la Joya, custodiada por su inmenso poder.  


La leyenda reza que, siempre que alguien sea digno de ello, acceder a un espacio especial, llamado Sala del origen, en la cima del Monte Corona, que según se dice fue el lugar exacto donde Arceus con sus mil brazos creó todo. La llave para acceder a esta sala especial es la flauta azur.

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