lunes, 27 de mayo de 2013

Slam Dunk: ¡¡¡ Shohoku a los Nacionales!!!!


Slam Dunk: ¡¡¡ Shohoku a los Nacionales!!!!


Perteneciendo a ese amplio mundo del manga en el que puedes encontrar temáticas tan diferentes como piratas, magos o ninjas, si profundizas un poco en el género puede que encuentres alguna joya olvidada como es el caso de Slam Dunk. He de confesar que lo he leído en dos tandas; la primera fue hace un par de años cuando me quedé a la mitad de él debido a que me pilló en época de exámenes y no tenía mucho tiempo que dedicar a descubrir series nuevas con el compromiso semanal de 5 series que son capaces de sacar capítulos de 15 páginas todas las semanas e incluso con sus bajones, para mí son un ejemplo de constancia y creatividad: series como Naruto, Bleach, One Piece, Kenichi o Fairy Tail.

En este caso, pasados algunos años y específicamente hace un mes, decidí recomenzar esta serie por saber cómo acababa principalmente y he de decir que me sorprendió en varios aspectos que antes no me había fijado: lo primero que me llamó la atención fue su estilo de dibujo, una mezcla entre el manga y el dibujo americano, con un trazo limpio y completamente diferente a otros mangas como One Piece o Naruto, por ejemplo. Dentro de su temática de deportes es muy interesante porque muchos de los mangas deportivos parten de un personaje único que es un talento viviente sin apenas necesidad de aprendizaje, mientras que en esta serie podemos diferenciar entre el protagonista coral, que es el propio equipo de basket en el cada uno tiene su propia historia que contar, y que a su vez es importante para el desarrollo del manga y la de su personaje principal, Hanamichi Sakuragi que empezará a jugar al basket por impresionar a una chica aunque le acabe cogiendo amor a este deporte.



Otra cosa que me gustó de esta serie es la forma de plantear los partidos, teniendo en cuenta el tiempo transcurrido y haciendo jugadas que ayudan a la idea de que parezca un partido real de baloncesto con sus remontadas y sus tiros en el último segundo, en esos finales de partido ajustados en los que quedas eliminado del torneo si pierdes. No olvidemos que es un manga producido en el año 1990, lo que hace aún más impresionante su apartado artístico, con un gran estudio de la movilidad de los personajes y el realismo de sus partidos, tal es su grado de detallismo que en 278 capítulos sólo abarca 3 meses reales de tiempo en las historia de sus protagonistas.

Aunque tuvo su versión animada, no alcanza todo el manga sino sólo 22 de los 29 tomos recopilados de la obra, lo que hace que se pierdan todos los partidos de los nacionales y en su apartado gráfico no está a la altura de su versión original, lo que denota la gran calidad de ésta última. Si buscas un manga de deportes para variar de la amplísima oferta de mangas de aventuras y épicos o fantásticos, aquí tienes una gran oportunidad de leer esta gran obra de Takehiko Inoue que hace unos años fue importada a nuestro país en formato pequeño, el habitual, pero estamos de suerte porque a los que nos gusta tener estas obras en su formato físico y original, que no somos pocos, nos han dado la posibilidad de tenerlo en cómics más grandes y que reducen su número de 31 en 24 volúmenes. La pega es que van a volumen por año y la espera puede ser eterna, pero valdrá la pena; a esto hay que añadir que ya han sacado hasta el volumen 10 por lo que tenemos margen del que ir tirando. Para mí la diferencia fundamental entre éste y los otros mangas de basket es su dibujo limpio, definido, y a término medio entre el mundo occidental y el oriental, y su gran capacidad de narrar los partidos, algo que no he vuelto a ver en ninguna serie de esta temática como es el caso de Kuroko No Basket.

                                                       ¡Hasta el próximo partido!  

JHONNY THE KID

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